divendres, 21 de febrer del 2014




Medicamentos: ¿Marcas o genéricos?
El mismo medicamento pero por menos dinero.


Según la Ley 29/2006, de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, se define como genérico “todo aquel medicamento que tenga la misma composición cualitativa y cuantitativa en principios activos y la misma forma farmacéutica, y cuya bioequivalencia con el medicamento de referencia haya sido demostrada por estudios adecuados de biodisponibilidad”.

Cerca ya de una década de entrada en vigor de esta Ley, todavía persisten las dudas sobre la calidad y eficacia de los medicamentos llamados genéricos. A pesar de que se tratan de medicamentos con las mismas características técnicas e intercambiables con los correspondientes medicamentos originales de marca.

Los medicamentos genéricos son de igual calidad, eficacia y seguridad que los de marca. Los medicamentos genéricos son autorizados oficialmente una vez que ha expirado la patente de marca por lo que son exactamente iguales en calidad, eficacia y seguridad, y la diferencia se encuentra en su nombre y en el precio. Y aunque cada vez la población confía más en los genéricos, todavía un porcentaje tiene miedo a utilizarlos.

En España el consumo de productos genéricos era muy bajo, comparado con el resto de países, manteniendo los productos con marca la mayor cuota de mercado. Como ya es sabido un genérico aparece cuando se cumple la patente del fabricante del producto original, su principio activo es el mismo que el original pero se comercializa a un precio más económico que la marca original, el gran beneficio de la mayoría de laboratorios.

Para disminuir los costes sanitarios, y más en época de crisis, la administración pública del Estado, ha utilizado la discriminación positiva en favor de la prescripción de medicamentos genéricos. Los medicamentos genéricos se identifican claramente por las siglas EFG (Especialidad Farmacéutica Genérica), que deben figurar siempre en el nombre de los medicamentos genéricos y aparecer siempre en el envase exterior.

Esta opción ha sido un gran acierto económico. Hoy en día los genéricos han alcanzado, aproximadamente, la mitad del consumo de medicamentos en nuestro país. No obstante, y a pesar del tiempo que llevamos consumiendo productos genéricos una gran parte de la población, todavía tiene dudas sobre su composición, utilización, beneficios, eficacia, etc.

A pesar de lo dicho, el que se deba prescribir por principio activo y que a igualdad de precio la legislación actual prohíba dispensar el de marca, va en contra toda lógica y libertad de prescripción de los médicos y farmacéuticos, y también de la libre elección de los pacientes... Siempre con el mismo precio. Además, esto, no beneficia ni al paciente ni a la administración.

También hay asociaciones de pacientes que han manifestado su desacuerdo con esta política. A veces, en los pacientes mayores y con gran consumo de medicamentos esta prohibición les produce confusión ante el cambio de nombres y colores de los diferentes medicamentos y sus envases. Tiene dudas sobre su composición, utilización, beneficios, etc. Lo lógico sería que el enfermo pudiera proseguir con su marca habitual, si ésta tiene el mismo precio que el genérico más barato. El crear confusión en pacientes mayores puede afectar a la seguridad y al correcto tratamiento de sus enfermedades.

Hay normas, decretos y leyes que más que ayudar a la ciudadanía no hace más que confundirla y crearles problemas donde no los hay. Creo, como hemos dicho en muchas ocasiones, que se debería, si no pedir la opinión (que también), si al menos contar con los mayores y consumidores en general.


Ramiro Lozano
FEJUP-USOC






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